Integramos las necesidades locales en nuestros diseños pedagógicos, metodológicos y operativos
La Escuela Galán ha estado presente en los territorios apartados del país, precisamente donde las poblaciones vulnerables requieren con mayor urgencia de la atención del Estado y de la presencia institucional pública y privada.
En nuestra condición de aliados del Gobierno Nacional en la implementación de políticas públicas o de las organizaciones de la sociedad civil y de la cooperación internacional en el desarrollo de programas y proyectos, entendemos cómo adaptar las acciones y las estrategias a las necesidades locales, sin desvirtuar los objetivos que dan sentido al cambio.
Nuestros horarios se adaptan a los de los beneficiarios; elegimos nuestros equipos entre las personas más capacitadas y experimentadas con fuerte arraigo local o regional; en nuestros modelos pedagógicos, los saberes y las prácticas de los beneficiarios ocupan un lugar protagónico.
Por medio del apoyo a la cualificación técnica, el establecimiento de sinergias y el desarrollo de estrategias formativas y operativas orientadas a reafirmar el papel y el sentido de lo público, el fortalecimiento institucional está siempre en nuestra agenda.
Presentamos a continuación los enfoques que caracterizan nuestro quehacer y algu- nos ejemplos de programas y proyectos realizados en alianza con instituciones públicas,privadas y de la cooperación internacional.
Fortalecemos las competencias que requieren los ciudadanos para realizar su proyecto de vida en un marco de respeto por la dignidad humana, la legalidad y
el Estado de Derecho
Cuando el Congreso de la República creó al Instituto Luis Carlos Galán (ILCG), le asignó la tarea de divulgar la nueva Constitución Política de 1991 y de capacitar a los docentes en todo el país para apoyar su papel de formadores de nuevos ciudadanos: participativos, incluyentes, respetuosos de la dignidad humana, del ordenamiento jurídico y del Estado de Derecho.
En 2004, el ILCG dejó de existir para dar lugar a la Escuela Galán. Hoy, nuestro compromiso con ese encargo sigue intacto y lo hemos extendido a todas las poblaciones que servimos a lo largo y ancho del país: docentes, campesinos, a colombianos en situación de pobreza, a estudiantes en colegios públicos y privados, a las organizaciones sociales, a la población víctima o a los desmovilizados dispuestos a integrarse a la vida civil.
La ciudadanía colombiana está estrechamente ligada al ejercicio político. Por eso, empoderamos a los ciudadanos en los escenarios políticos locales, regionales o nacionales y fortalecemos su autonomía para que puedan tomar —con libertad y responsabilidad— decisiones políticas sobre los problemas que los afectan y propongan en las instancias de participación soluciones que se ajusten a la medida de sus sueños y sus aspiraciones.